Los pastores alemanes al igual que otras razas de perros grandes son propensos a tener displasia de cadera. Aunque esta si la padecen es irreversible, es posible ayudar a prevenirlo y limitar el dolor de tu perro.
Al igual que todos los perros de raza grande, los pastores alemanes corren un serio riesgo de tener displasia de cadera. Se estima que el 19% de los pastores alemanes desarrollarán displasia de cadera, pero algunos casos son peores que otros.
La displasia de cadera es un trastorno congénito en el que las caderas están demasiado sueltas y el perro sufre dolor en el fémur .Los perros heredan esta condición de sus padres, por esto es tan importante a la hora de adquirir un cachorro de pastor alemán asegurarse de que está libre de este mal congénito.
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Pero si nuestro ovejero alemán padece displasia de cadera los síntomas y consecuencias de esta dolencia se puede mejorar o empeorar mediante el entrenamiento y los niveles de actividad. Por lo general, los problemas de cadera ya se han desarrollado a los 4 meses y empeoran con el tiempo. En algunos casos, una lesión en la cadera también puede iniciar el proceso de displasia, incluso si el perro no tiene la predisposición hereditaria. Debido a que son perros muy activos, los pastores alemanes corren un riesgo particular de sufrir estas lesiones de cadera.
Síntomas de la displasia de cadera en el Pastor Alemán
Hay varios síntomas que nos pueden indicar que tu pastor alemán experimenta dolor o laxitud en las articulaciones, lo cual puede indicar que padece displasia de cadera. Los pastores alemanes son perros muy activos y juguetones, por lo que un desinterés por el juego puede significar que siente dolor. Algunas de las señales de advertencia pueden ser:
- Que el perro presente un aumento de peso
- Dolor en la zona de la cadera
- Problemas para ponerse de pie
- Cojear
- Favorecer una pierna al caminar
- Correr o caminar con un “salto de conejito”, usando ambas piernas juntas
- Problemas o dudas al correr
- Actividad reducida
- Vacilación al subir o bajar escaleras
- Mostrarse agresivo, especialmente si se toca el área de la cadera
Si ve uno o más de estos síntomas, contacta a tu veterinario para que le haga una radiografía para examinar las caderas de su perro. Su perro probablemente deba ser sedado para el procedimiento, pero una radiografía es la mejor manera de diagnosticar la displasia.
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Prevención de la displasia de cadera del pastor alemán
Si tienes un pastor alemán, especialmente un cachorro, hay pasos que puedes seguir para reducir el riesgo de displasia de cadera, o al menos la gravedad de esta. Cuidar bien las articulaciones de un cachorro puede marcar una gran diferencia en el futuro del perro que padece displasia de cadera.
El primer paso es encontrar un criador responsable o certificado. Los pastores alemanes con displasia de cadera nunca deben ser criados, por lo que verificar que el criador dispone del certificado correspondiente para el cachorro de pastor alemán que quieras adquirir puede ser la mejor garantía para evitar que tu futura mascota padezca la displasia de. Los entrenadores de perros policías, por ejemplo, siempre son muy cuidadosos para seleccionar linajes sin displasia.
Durante los primeros meses los cachorros de pastor alemán crecen muy rápido, a menudo comiendo demasiadas calorías, si sus caderas no crecen y se fortalecen al ritmo adecuado y conforme con su peso puede llevar a la aparición de la displasia.
Es importante controlar la alimentación de tu cachorro de pastor alemán, controlando la calidad y la cantidad de las porciones de su dieta. El veterinario puede recomendar el uso de alimentos para adultos en lugar de alimentos altos en calorías para cachorros. A lo largo de su vida, asegúrate de mantener el peso de tu perro en un rango saludable ya que la obesidad complica los problemas en las articulaciones.
También hay algunos comportamientos que puede ayudar a evitar daños en las articulaciones. Los cachorros de pastor alemán necesitan mucho ejercicio moderado, pero la mayoría de la gente solo tiene tiempo para una salida extenuante por día. Trata de dividir la actividad del cachorro en varias caminatas cortas en lugar de una muy intensiva y evita juegos bruscos o largos períodos de carrera. Saltar también puede causar problemas, por lo tanto, no permitas que tu cachorro salte hacia arriba y hacia debajo de manera habitual, al igual es bueno evitar el subir y bajar escaleras siempre que se pueda.
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Tratamiento de la displasia de cadera en el Pastor Alemán
Dado que la displasia de cadera empeora con el tiempo, los tratamientos intentan retrasar el desarrollo, aliviar el dolor y/o mejorar la movilidad. A continuación te enumeramos algunos consejos que pueden aliviar los síntomas y el dolor provocado por la displasia de cadera en tu perro pastor alemán, pero no olvides que el mejor consejo te lo puede dar un veterinario que haya examinado a tu mascota.
- El primer paso puede ser ayudar a tu pastor alemán a perder peso con una dieta baja en calorías, para que ejerza una presión menor sobre las articulaciones.
- El ejercicio moderado es mejor para los perros con displasia. Paseos cortos y natación son excelentes maneras de desarrollar músculos para apoyar las articulaciones sueltas.
- Tu veterinario puede recetarle medicamentos antiinflamatorios o analgésicos.
- Una dieta especial con suplementos para mantener la salud de las articulaciones puede marcar una gran diferencia.
- Una cama caliente puede ayudar a tu perro a dormir mejor y aliviar el dolor.
- Si tienes pisos resbaladizos, es mejor proporcionar algo de tracción para que tu perro no se resbale y vuelva a lesionarse la cadera.
- En algunos casos, la cirugía es la mejor opción. Algunos cachorros con displasia severa pueden recomendarse para una cirugía correctiva menos intensiva. En otros casos, los adultos con artritis severa y daño articular pueden necesitar un reemplazo de cadera o una cirugía para extirpar la cabeza del fémur.
Los pastores alemanes son unos perros maravillosos y muy activos, que a menudo tienen una gran calidad de vida, incluso con displasia de cadera. Si sigues los consejos que hemos enumerado y utilizas algunas estrategias preventivas, deberías poder evitar los peores síntomas de la displasia. Y no olvides que siempre el mejor consejo y/o prescripción será la de un veterinario que haya observado a tu perro
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